Federer se retiró de dos torneos

Aunque Federer está en buena forma, ha sufrido algunos problemas con su salud desde que diciembre de 2007. Un mes antes del primer torneo del año 2008, el abierto de Australia, Federer empezó a sufrir de mononucleosis infecciosa, y consecuentemente, perdió peso, perdió en la semifinal del abierto, y empezó un año “terrible.” Al mismo tiempo, sufrió de intoxicación de alimentos. Hasta ese momento, Federer había tenido una salud increíble, pero después de estas enfermedades, ha tenido problemas con su salud todo el tiempo.
Hace dos días que Federer anunció que no va a jugar en el torneo en Dubai, ni en la Copa Davis en los Estados Unidos. La razón que Federer no va a jugar es que su espalda está lesionada, y por eso, necesita fortalecer estos músculos. Parece que Federer ha tenido muchos problemas con sus músculos recientemente, y la razón es probablemente que cuando estaba enfermo con mononucleosis infecciosa el año pasado, no podía hacer ejercicio y perdió mucha masa muscular. Después de una enfermedad como la mononucleosis, es muy difícil recuperarse durante la temporada de los abiertos y torneos importantes. Desafortunadamente, Federer tuvo que jugar al tenis cuando estaba enfermo y sufrió las consecuencias. Obviamente, su cuerpo está en buena forma, pero cada vez más frecuentemente Federer está sufriendo lesiones y enfermedades.
Federer no está jugando en los dos torneos de marzo, y consecuentemente, ahora es un tiempo bueno para discutir otros aspectos de su vida. Aunque Federer ha contribuido mucho al deporte del tenis, también ha contribuido mucho a la gente del mundo en general. Un ejemplo de estas contribuciones es su fundación, la Fundación de Roger Federer, que promueve el atletismo en los niños que no tienen acceso a programas deportivos. También, Federer es un embajador para la organización global, UNICEF. Federer ha viajado a muchos lugares en África y Asia, incluyendo los lugares que sufrieron del maremoto en 2004. También, como embajador para UNICEF, Federer ha aparecido en los comerciales sobre SIDA para crear conciencia de esta enfermedad.
Espero que Federer vaya a regresar al tenis muy pronto, pero hasta entonces, estoy segura que está fortaleciendo sus músculos y también está trabajando con sus organizaciones para mejorar las condiciones del resto del mundo. Federer, ¡Sigue con el buen trabajo!

La vida personal de un campeón

Roger Federer nació en 1981 en Basel, Suiza. Su padre es de Suiza y su madre es de Sudáfrica, y por eso, habla tres lenguas, incluyendo inglés, suizo-alemán, alemán, y francés. Ha dicho que su clase favorita en escuela fue la clase de lengua, y la razón es obvia. Federer es Católico Romano, y también jugaba al fútbol cuando era joven. En realidad, Federer tenía la opción de ser un jugador de fútbol profesional, pero decidió ser jugador de tenis. Cuando no está jugando al tenis, Federer le gusta jugar al críquet y viajar a Dubai y las Maldivas. Tiene una novia, Mirka Vavrinec, quien es de Eslovaquia. Se mudó a Suiza cuando tenía dos años, y conocía a Federer cuando los dos jugaron en las Olimpiadas de tenis en 2000.

El cambio de poder en el mundo de tenis

Después de una final increíblemente reñida y apasionante, es claro que Federer ya no está el mejor jugador de tenis--ese título es de Nadal ahora, porque él ha demostrado que puede ganar en cualquier tipo de cancha. En los cinco sets del partido, Nadal jugó con precisión y poder, mientras Federer jugó con muchos errores y dificultad en unos momentos. No quiero decir que Federer jugó mal, porque él competió muy bien contra Nadal y los dos tuvieron unos puntos muy largos y admirables, pero Federer no parecía en forma perfecta como Nadal. Al fin, Federer perdió el partido más importante de su vida, y espero que puede recuperar y ganar otra vez en los abiertos y torneos futuros. La única cosa que alivia el dolor es que Nadal es un atleta fantástico y un hombre maravilloso. Estoy contenta con la final porque Nadal merece el reconocimiento y éxito para que ha trabajado muy cansadamente. ¡Bien hecho! ¡Hasta 2010, Roger!